Sintiendo que aun tiene peso político, el malogrado panista Guillermo Rivas, quien fuera candidato de la alianza a la alcaldía, se rebajó a tomarse un café en los portales de Córdoba con un grupo de panistas, y el priista Jorge Garcia, su “achichincle” personal desde la campaña política que tuvo a bien perder.

Gracias a los buenos consejos de la «operadora política» Mirna Puertos, nos comenta garganta profunda que Rivas aún sigue animado para ser alcalde, pues se ve en el espejo de Joe Biden, pero si para ese momento no se sintiera con la energía o bien no estuviera ya entre nosotros, echa a andar a sus perfiles que le han servido toda la vida para hacerlo sentir el JM 10 de Córdoba, entre los que destacan Ricardo Barreda, quien se ha dejado consentir en los brazos de la concesionaria de transporte público Mirna Puertos, quienes fueron a Coatza a «fortalecer» el cierre de Pepe Yunes y la dupla que ya pregonan, por supuesto sin mérito alguno y guiados por la oportunidad de alcalde panista y sinidica de quien sabe que partido.

La ingenuidad y falta de visión política de Enrique Rustrian, lo llevaron a sentarse a una mesa donde no debió estar, ya que en este momento, enrarece el ambiente político pues da lugar a espectativas hacia el 2025, dando a entender que los dados están cargados, con personajes con quienes la militancia no está de acuerdo y pudieran afectar en la elección que se llevará a cabo en 5 días, y al candidato Pepe Yunes, que es a quien deberían seguir acuerpando y no pensando en su propio bienestar.